DANNY CITRINOWICZ: “ISRAEL E IRÁN EN CAMINO DE UNA NUEVA GUERRA”

La próxima guerra podría ser más dura y violenta, y la probabilidad de un conflicto de este tipo aumenta a medida que los esfuerzos diplomáticos fracasan. Israel no debe subestimar a la República Islámica. Si hay una lección de la historia reciente, es que el régimen iraní es más fuerte de lo que muchos creían.

Tras la guerra de 12 días entre Israel e Irán, muchos en Israel quedaron con la impresión de que Israel había "ganado". Irán fue duramente golpeado, y los logros israelíes hicieron que Teherán ya no fuera considerado un estado nuclear en el umbral.

Pero también en Irán se ha arraigado una narrativa de "victoria". Si bien nadie en Teherán niega los importantes logros de Israel, los funcionarios señalan la supervivencia y la rápida recuperación del régimen, reemplazando a las figuras principales asesinadas en 24 horas, como prueba de resiliencia. Desde su perspectiva, el simple hecho de enfrentarse a Israel y Estados Unidos en una confrontación directa fue en sí mismo un logro dramático.

No desestimen la sensación de victoria de Irán.

Esa sensación de victoria no debe subestimarse. Con las negociaciones nucleares en un punto muerto, complicadas aún más por la decisión del E3 de activar el mecanismo de " snapback" y restablecer todas las sanciones levantadas en 2015, Irán parece menos temeroso de otra guerra. Sus líderes creen que pueden lograr los avances que se les escaparon en la última ronda.

Teherán aún prefiere una vía diplomática que podría conducir al alivio de las sanciones. Pero dada la postura occidental, que Irán considera una "exigencia de rendición", sus líderes reconocen que una escalada militar es cada vez más probable. Esto es especialmente cierto a la luz de las reiteradas advertencias israelíes de nuevos ataques si Irán intenta reconstruir sus capacidades, particularmente en el ámbito nuclear.

Aprendiendo de sus errores, Irán ahora se centra en modernizar su arsenal de misiles y fortalecer sus defensas. Casi a diario se publican informes de pruebas de misiles y alardes de altos funcionarios sobre nuevos sistemas. Al mismo tiempo, los líderes iraníes declaran que no dudarán en lanzar un ataque preventivo si creen que Israel está a punto de atacar. También están cortejando a Moscú y Pekín para que les proporcionen sistemas avanzados de defensa aérea que reemplacen los que colapsaron durante el último conflicto.

Preparación iraní, apoyo estadounidense

En la Operación Corazón de León, Israel disfrutó de la ventaja de la sorpresa total y desplegó capacidades de vanguardia que asestaron duros golpes al régimen de los ayatolás, todo ello bajo un paraguas de seguridad estadounidense que incluyó un apoyo militar sin precedentes. Washington incluso desplegó interceptores de misiles THAAD por valor de 800 millones de dólares para proteger a Israel.

Es poco probable que Israel disfrute de condiciones tan ideales en la próxima ronda. Ya sea que Irán ataque primero por un error de cálculo o que Israel lance otro ataque, la preparación de Irán será de otro nivel. Al mismo tiempo, con el presidente Donald Trump cada vez más preocupado por otras crisis, desde Venezuela hasta la invasión rusa de Ucrania, no está claro cuánto apoyo estadounidense recibirá Israel en otra guerra.

La combinación de la preparación iraní y las dudas sobre la participación estadounidense podría dejar a Israel enfrentando desafíos mucho mayores que en la ronda anterior. Si Washington se muestra menos comprometido esta vez, surgirán preguntas sobre cómo poner fin a un futuro conflicto y cómo evitar caer en una prolongada guerra de desgaste que podría tener consecuencias más graves para Israel que para Irán, dada la profundidad geográfica de Irán y su experiencia en la devastadora guerra de 1980-1988 con Irak.

Sobre todo, se plantea la cuestión del propósito, de qué se lograría realmente con la próxima guerra, especialmente dado el creciente consenso de que las campañas aéreas por sí solas no pueden derrocar al régimen de Teherán.

Tensiones en su punto álgido

Si la reciente guerra le enseñó algo a Israel, es que el régimen iraní es más resistente de lo que parece. No hay "moderados esperando" para reemplazar al Líder Supremo, el ayatolá Alí Jamenei, incluso si Israel lo eliminara.

En el frente nuclear, es dudoso que otra campaña pueda causar daños duraderos a las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Irán. Una guerra así no borraría el conocimiento de los científicos iraníes ni los materiales nucleares ya almacenados, dejando a la República Islámica con la capacidad de desarrollar una bomba, si así lo decide.

Y si la próxima guerra comienza donde terminó la anterior, las etapas iniciales serán casi con certeza más violentas. Irán probablemente desplegaría capacidades destinadas a infligir daños significativos en el frente interno de Israel desde el principio.

El colapso de la diplomacia, la determinación de Teherán de restablecer su programa nuclear y la declarada disposición de Israel para otro ataque han llevado las tensiones a su punto más alto hasta la fecha. El riesgo de escalada es real, y esta vez Irán podría estar mejor preparado que antes. Incluso si Israel mantiene su superioridad militar, particularmente en el aire, la pregunta sigue siendo: ¿cuál sería el verdadero propósito de una guerra cuyas probabilidades de salirse de control son mayores que nunca?

Danny Citrinowicz, investigador del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional y ex jefe de la rama iraní del Servicio de Inteligencia Militar de Israel

Fuente: Diario Israel Hayom, 28-9-2025

Traducción: Daniel Kupervaser

Herzlya – Israel 28-9-2025

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@KupervaserD

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