NO ESPEREN MILAGROS EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES EN ISRAEL
Gadi Eizenkot y Matan Kahana presentaron en estos días sus renuncias como miembros de la oposición
en el marco del grupo parlamentario Majane Mamlajti (Partido de la Unión
Nacional) liderado por Gantz, y también al cargo de parlamentarios en Israel. Este
acto tiene un significado muy claro en Israel. Se trata del pistoletazo que
señaló el inicio de la carrera de todos los políticos y partidos en vista de
las próximas elecciones en Israel previstas para octubre 2026, o aun en fecha más
próxima, si algún componente de la coalición gobernante decide voltear el tambaleante
gobierno de Netanyahu.
Desde que el gobierno de Netanyahu inició
su plan de drástica reforma institucional en el orden democrático y legal israelí,
que tanta resistencia generó en el marco de amplios componentes de la sociedad israelí,
y especialmente desde el inicio de la guerra el octubre 2023, prácticamente todos
los medios independientes se preocuparon por difundir sondeos de intención de
voto. La gran mayoría de estos sondeos se caracterizan por mostrar una
significativa caída en el apoyo de la coalición de Netanyahu, pero no en medida
suficiente que pueda asegurar una cómoda victoria a la oposición. Todo ello
como resultado del sistema parlamentario característico de la democracia israelí.
COALICIÓN U OPOSICIÓN EN ISRAEL, MÁS
DE LO MISMO
La larga experiencia electoral de
Israel demuestra que las agrupaciones políticas de religiosos ultra ortodoxos
junto con el movimiento colonizador nacionalista extremista disponen de un electorado
inamovible con un porcentaje casi fijo cercano al 25%, cuyas exigencias solo
pueden ser respondidas positivamente por el Likud. Además, la misma experiencia
nos muestra que partidos árabes obtienen repetidamente un 10% de los escaños
siendo excluidos de toda participación en cualquier coalición de partidos judíos.
Bajo esas circunstancias, un partido popular y tradicionalmente mayoritario como
el Likud solo requiere obtener un 15-18% del electorado (20 bancas), no para
formar gobierno, pero si, al menos, imposibilitar formación de gobierno por
parte de la oposición. Así fue como entre 2019 y 2021 el ciudadano israelí fue
a las urnas en 3 oportunidades, todas ellas con empate sin que se logre formar
gobierno.
Hoy es muy difícil predecir si en
las próximas elecciones triunfará la coalición de Netanyahu o la oposición. De
todas maneras, en caso que sea justamente la oposición quien logre formar
gobierno, no esperen milagros de un gran cambio respecto a las vivencias de
estos tiempos. Muy probablemente la nueva coalición, originaria de la oposición
anterior, se amolde muy cómodamente a la estrategia básica y gran parte de las
nuevas normas de juego impuestas por la actual coalición de Netanyahu y continúen
con aquellas que quedaron firmes del pasado.
Tres aspectos conforman la visión estratégica
básica y más importante de Netanyahu y su coalición que muy probablemente una
nueva coalición las abrace en su gran mayoría.
1.Mas allá de la disposición de
fuerzas de defensa más fuertes de la región, es necesario el sometimiento de la
cúpula dirigente de la potencia mas grande del mundo, USA, a los efectos de
asegurar el indispensable e insustituible apoyo diplomático a nivel mundial para
favorecer intereses de Israel. Este objetivo se logra a través de la dependencia
en forma personal de candidatos a funciones políticas en dicho estado a
donaciones millonarias de dinero por parte de judíos locales a sus campañas electorales.
La oposición de Netanyahu continuará al pie de la letra con esta visión.
2.La oposición de Israel, sin
compartir proyectos de limpieza étnica de parte importante de la coalición de Netanyahu,
convive con la visión de no permitir la partición territorial y/o la creación de
un estado palestino independiente, manteniéndose firme en la posición que
Israel debe controlar todo el territorio desde el mar hasta el Jordán por medio
de una dominación militar “de lujo”, con mayores grados de libertad para
palestinos locales, pero sin independencia. Esto necesariamente continuará
realimentando la rebelión de palestinos de Cisjordania y Gaza contra Israel con
la consecuente eternización del conflicto.
3.Si bien la oposición declara a
viva voz su intención de volver a foja cero en aquellos aspectos
institucionales que la coalición de Netanyahu modificó en el marco de su revolución
institucional con no pocos elementos despóticos, muy probablemente la oposición,
esta vez con el poder en las manos, logre amoldarse a esas nuevas circunstancias
con las cuales comience a sentirse cómoda sin necesidad de llevar a cabo lo que
prometieron. En este caso es de suponer que no fallará totalmente eso que “el
poder corrompe”.
Por ultimo vale la pena acentuar. No
se trata de planes diabólicos o caprichos despóticos de la oposición. Los
sondeos demuestran que esas posiciones gozan de apoyo mayoritario en la población
judía de Israel.
Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel 3-7-2025
https://ojalameequivoque.blogspot.com/
kupervaser.daniel@gmail.com
@KupervaserD
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