BARAK RAVID: ISRAEL REANUDÓ LA GUERRA POR PROPIA INCIATIVA MIENTRAS EL PÚBLICO DESCONFÍA DE SUS MOTIVOS

RESUMEN: La decisión de reanudar la guerra podría conducir a muchos meses más de combates en Gaza y a la muerte de muchos soldados en nuevos operativos terrestres. El alto el fuego no se derrumbó, sino que fue derribado por Israel, que violó las líneas generales del acuerdo de rehenes y renunció a él.

 

Exactamente dos meses después de la firma en Qatar del acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes, Israel reanudó la guerra hoy (martes) por propia iniciativa. Contrariamente a la forma en que la mayoría de los medios de comunicación israelíes presentan los acontecimientos, el alto el fuego no "colapsó", sino que fue "colapsado" por el gobierno israelí.


NETANYAHU DECIDIENDO EL COLAPSO DE LA TREGUA 


¿Por qué es esto importante?

La decisión de reanudar la guerra podría conducir a muchos más meses de combates en Gaza, a la muerte de muchos soldados en nuevas operaciones terrestres, a una mayor destrucción masiva en Gaza y a la muerte de miles de palestinos más.

La reanudación de los combates también pone en grave peligro a los 22 secuestrados que, según la evaluación de Israel, siguen vivos en la Franja de Gaza. Según testimonios de rehenes liberados, y contrariamente a las afirmaciones del Gobierno, la presión militar tuvo como resultado principalmente el asesinato de los rehenes, más que su liberación con vida.

El gobierno decidió renovar la guerra en vísperas de nuevas protestas públicas en su contra por sus medidas para promover un significativo cambio en el orden civil y dañar las instituciones democráticas.

En el centro de noticias

El gobierno israelí nunca tuvo la intención de implementar plenamente el acuerdo de alto el fuego firmado en la última semana de la administración Biden, pero lo violó de manera aún más significativa de lo esperado.

El acuerdo estipulaba que, el día 16 del alto el fuego, las partes iniciarían las negociaciones sobre la segunda fase del acuerdo, que incluye la transición a un alto el fuego permanente. Israel se negó a hacerlo y, de hecho, en ningún momento de los últimos dos meses ha llevado a cabo negociaciones serias sobre la segunda fase del acuerdo.

Netanyahu y su colaborador Ron Dermer intentaron convencer a la administración Trump de que abandonara el esquema del acuerdo alcanzado a través de la mediación de la administración Biden. Esta no fue una tarea particularmente difícil dado el desagrado inherente de Trump por cada acción realizada por su predecesor en el cargo.

Netanyahu presionó a los estadounidenses para que presentaran una serie de nuevas propuestas que intentan eludir el compromiso central que Hamas aceptó en el acuerdo original: el acuerdo israelí de avanzar hacia un alto el fuego permanente.

La administración Trump intentó negociar directamente con Hamás para liberar a los cinco rehenes estadounidenses y promover un acuerdo más amplio con un alto el fuego a largo plazo que se correspondiera con las demandas de Hamás. Sin embargo, la divulgación de las conversaciones antes de que se concretaran provocó que la Casa Blanca diera marcha atrás.

En cambio, Israel y Estados Unidos exigieron que Hamás liberara a más rehenes a cambio de extender el alto el fuego temporal. Los líderes de Hamás se opusieron y exigieron la implementación del acuerdo firmado con Israel bajo los auspicios de Estados Unidos, Qatar y Egipto.

Hamás aceptó el viernes pasado un gesto en forma de liberación de los rehenes estadounidenses, pero fue demasiado poco y demasiado tarde. La Casa Blanca interpretó la respuesta de Hamás como un rechazo a su propuesta y, a partir de ese momento, esencialmente dio a Israel "luz verde" para reanudar los combates.

Trump, que prometió poner fin a la guerra en Gaza, puede ahora encontrarse en la misma situación que Joe Biden: respaldando una guerra interminable e incapaz de alcanzar un acuerdo que conduzca a la liberación de los rehenes y a un alto el fuego permanente. En tal situación, a Trump podría resultarle difícil implementar otras medidas que quería tomar en Medio Oriente.

ENTRETELONES

Los preparativos para la reanudación de la guerra cobraron impulso desde el momento en que se anunció el nombramiento de Eyal Zamir como jefe del Estado Mayor hace unas dos semanas.

Zamir solicitó un plazo de varias semanas para actualizar los planes operativos. En la práctica, estos proyectos suelen ser sólo recomendaciones.

Hamás se ha estado preparando para esta acción durante los últimos dos meses. La organización ha rehabilitado algunas de las unidades dañadas en la guerra y aún mantiene una fuerza de al menos 20.000 militantes.

Los funcionarios israelíes estiman que Hamás responderá a una nueva invasión israelí principalmente mediante el uso de dispositivos explosivos y una guerra de guerrillas.

Este método de operación costó muchas vidas a ejército israelí en los meses previos al alto el fuego, y la evaluación de Israel es que sucederá lo mismo esta vez.

El panorama general:

A diferencia de la decisión de ir a la guerra tras el ataque terrorista del 7 de octubre, que recibió el más amplio consenso en la sociedad israelí, la decisión del gobierno de reanudar la lucha ahora es profundamente controvertida. La reanudación de las protestas públicas contra el gobierno es prueba de ello más que cualquier otra cosa.

La fuerza de la reserva está en una grave crisis después de un año y medio de guerra que ha impuesto una tremenda carga sobre cientos de miles de israelíes en servicio. Algunos perdieron la vida o resultaron gravemente heridos, y otros perdieron sus medios de vida, sus familias o su salud mental.

El hecho de que al mismo tiempo el gobierno esté promoviendo una ley que permitiría la evasión institucionalizada de los religiosos ultra ortodoxos del servicio militar y esté transfiriendo miles de millones de dólares a sus instituciones religiosas, podría afectar la motivación y la moral de muchos reservistas.

Además, muchos reservistas testificaron que se alistaron y sirvieron durante cientos de días principalmente por un sentido de misión para ayudar a liberar a los secuestrados. Para muchos israelíes, la actual maniobra militar constituye un abandono de los rehenes.

La intención del gobierno de destituir al jefe de los Servicios de Seguridad y a su asesor legal (una decisión que la mayoría del público considera motivada por consideraciones políticas) amplía las divisiones en la sociedad y reduce aún más la confianza pública en la decisión de reanudar la guerra.

El anuncio de Itamar Ben-Gvir de su regreso al gobierno, pocas horas después de la reanudación de la guerra, será visto por muchos israelíes como una prueba de sus sospechas sobre los motivos detrás de la medida.

Fuente: Walla, 18-3-2025

Traducción: Daniel Kupervaser

Herzlya – Israel 18-3-2025

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kupervaser.daniel@gmail.com

@KupervaserD

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