AMOS HAREL: ISRAEL DIO POR TERMINADA LA TREGUA E INICIÓ LA GUERRA DE SALVACIÓN DE NETANYAHU

RESUMEN: Contrariamente a la lógica declarada, el objetivo final de la reanudación de los combates es devolver a Ben Gvir al gobierno para la supervivencia politica de Netanyahu, desviando al mismo tiempo la atención de las protestas contra la destitución del jefe de los Servicios de Seguridad. Desde la perspectiva del primer ministro, los secuestrados pueden ser sacrificados en el camino hacia un cambio de régimen.

  

Israel violó a sabiendas el acuerdo de alto el fuego con Hamás anoche (martes), con la aprobación estadounidense, porque no quiso cumplir plenamente las condiciones a las que se comprometió hace dos meses. No hay otra manera de explicar la decisión de reanudar los combates en la Franja de Gaza.

Hamás es una organización terrorista asesina y la guerra comenzó por iniciativa suya y bajo su exclusiva responsabilidad con un ataque sorpresa el 7 de octubre. Pero el abuso psicológico que Hamás cometió contra los rehenes y sus familias durante las etapas finales de la liberación no puede describirse como una violación significativa del acuerdo por su parte. Fue el gobierno israelí el que incumplió el acuerdo, al no completar en las últimas semanas la retirada deL ejército israelí (FDI) de la Franja de Gaza, y en especial del corredor Filadelfia, como se había comprometido. Hamás se negó a hacer la vista gorda y a proceder con la liberación de rehenes conforme a las nuevas iniciativas de mediación propuestas por los estadounidenses, y las negociaciones se estancaron.


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En respuesta, Israel volvió a la lucha hoy temprano en la mañana. Según un comunicado de Hamás, una serie de ataques aéreos en la Franja de Gaza mataron a más de 320 palestinos, incluidos altos cargos de la organización que trabajan en sus oficinas gubernamentales en Gaza. La secuela podría incluir más ataques aéreos masivos, pero también la implementación del plan del nuevo Jefe de Estado Mayor, Eyal Zamir: iniciar una nueva y extensa maniobra terrestre en la Franja de Gaza, con la esperanza de esta vez derrotar finalmente a Hamás. En las conversaciones preparatorias sobre el plan, el Jefe de Estado Mayor afirmó que se necesitan varias divisiones para implementarlo. Esto supondrá una vez más una amplia movilización de reservistas, que por primera vez se realizará en condiciones en las que no hay un consenso real entre el público sobre la justicia de volver a la guerra.

El primer ministro Benjamin Netanyahu seguramente argumentará que sólo una renovada presión militar permitirá el regreso de los 59 secuestrados, vivos y muertos, de la Franja de Gaza. Pero esta excusa hace tiempo que dejó de tener validez. De hecho, casi 40 rehenes murieron en la Franja de Gaza, en diversas circunstancias, tras ser secuestrados vivos en territorio israelí el 7 de octubre. La renovada presión militar pone claramente en peligro a los rehenes vivos, podría conducir a un empeoramiento aún mayor de sus imposibles condiciones de cautiverio y, en un escenario extremo, podría incluso impulsar a Hamás a dañar a algunos de ellos en represalia.

Uno de los elementos que surgió claramente de los testimonios de algunos de los rehenes que fueron devueltos en el acuerdo en los últimos dos meses es que Hamás cambiaba con frecuencia los lugares donde los mantenían retenidos. Los organismos de seguridad no disponían de información precisa y en tiempo real sobre el paradero de muchos de ellos. Esto significa que será imposible llevar a cabo ataques aéreos y operaciones terrestres con la confianza de que los rehenes no sufrirán daños.

El día antes de la ola de ataques israelíes en la Franja de Gaza, comenzó una nueva y masiva ofensiva estadounidense-británica contra los hutíes en Yemen. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza con asestarles un golpe que nunca han sufrido, pero la amenaza explícita que hizo contra Irán es particularmente interesante. En una de sus declaraciones, Trump afirmó que consideraría cualquier ataque hutí contra estadounidenses como si fuera llevado a cabo por el régimen de Teherán. Esta amenaza se produce en el contexto de los esfuerzos de Estados Unidos por lograr que los iraníes reanuden las conversaciones para detener su proyecto nuclear, pero también está aumentando la tensión en el frente militar entre Estados Unidos e Irán. En cuanto a los hutíes, desde el alto el fuego en la Franja de Gaza, han dejado de lanzar misiles y drones contra Israel. Ahora es probable que renueven sus intentos de disparar al centro del país para expresar su solidaridad con Hamás.

En el camino hacia la guerra eterna

En segundo plano, continúa la maniobra de Netanyahu para destituir al jefe de los Servicios de Seguridad (Shin Bet), Ronen Bar. En retrospectiva, resulta que cuando Netanyahu mantuvo la breve conversación de destitución con Bar el domingo por la noche, ambos ya sabían que la decisión de reanudar la lucha contra Hamás pronto estaría en la agenda. Bar también participó en las consultas limitadas que Netanyahu mantuvo anoche, en preparación para el ataque aéreo en la Franja de Gaza. Solo con Netanyahu es posible tal realidad. Si no confía en el jefe del servicio, como ha declarado, ¿por qué lo invita a los foros más confidenciales?

Ante las sospechas de que el Shin Bet investiga a tres de sus asesores por recibir dinero de Qatar, se le prohibió a Netanyahu tomar medidas en el caso de Bar. Existe también una razón de peso para la falla que está cometiendo con Bar, dado que la investigación interna del servicio incluye graves acusaciones contra Netanyahu debido a la política de transferir dinero de Qatar a Hamás. La investigación también menciona que el Shin Bet advirtió al primer ministro en aquel momento que parte del dinero se estaba utilizando directamente para actividades terroristas. Por el momento, no se puede descartar un escenario disparatado en el que el Gobierno busque completar el proceso de destitución de Bar en los próximos días, mientras renueva la guerra.

La acción israelí en la Franja de Gaza se justificará por la necesidad de romper el estancamiento en las negociaciones y, al mismo tiempo, cumplir la promesa de Netanyahu de derrotar a Hamás, aunque los plazos para lograr ambos objetivos no estén sincronizados. Los rehenes podrían morir antes de que Hamás sea derrotado, si es que lo es. Pero aquí hay principalmente una serie de objetivos políticos urgentes, de los que el primer ministro no habla abiertamente: el regreso de Itamar Ben-Gvir y la facción Otzma Yehudit al gobierno, la aprobación del presupuesto y la estabilización de la coalición. Esta vez, se trata de la verdadera guerra de paz de Netanyahu, que incluye el intento de desviar la atención mediática de las renovadas protestas contra el gobierno, con el trasfondo de la intención de despedir a Bar.

Lo que se ha escrito aquí durante el último año resulta cada vez más claro. El verdadero objetivo que persigue Netanyahu es un deslizamiento gradual hacia un régimen con características dictatoriales, cuya supervivencia intentará asegurar manteniendo una guerra perpetua en varios ámbitos (en el vídeo que difundió en respuesta a su intento de despedir a Bar, el Primer Ministro volvió a hablar de "una guerra en siete frentes"). ¿Y qué pasa con los secuestrados? Parece que para él, pueden morir en los túneles, sabiendo que contribuyeron a que permaneciera en el poder.

Fuente: Haretz, 18-3-2025

Traducción: Daniel Kupervaser

Herzlya – Israel 18-3-2025

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