BARAK RAVID: LAS ÓRDENES DE ARRESTO DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL SON RESULTADO DE GRAVE FRACASO POLÍTICO DEL GOBIERNO ISRAELÍ

La decisión del tribunal se debió principalmente a la política del gobierno con respecto a la ayuda humanitaria a Gaza. Más allá de que el primer ministro no podrá volar a más de 120 países signatarios de la Convención de la Corte por temor a ser arrestado, las réplicas de este terremoto político aumentarán el aislamiento de Israel en el mundo y la presión internacional para poner fin la guerra


BARAK RAVID

La decisión de la Corte Penal Internacional de La Haya de emitir órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Galant no sólo es una mala noticia para el primer ministro y el ex ministro de Defensa, sino que causa un daño enorme a Israel con consecuencias que pueden afectar a todos sus ciudadanos.

Por qué esto es importante:

Más allá de que el actual primer ministro de Israel no podrá volar a más de 120 países signatarios de la convención del tribunal por temor a ser arrestado, se espera que la decisión aísle aún más a Israel en el mundo y aumente dramáticamente la presión internacional para poner fin a la guerra en Gaza.

Las ondas expansivas y las réplicas de este terremoto político dañarán la imagen de Israel en todos los foros internacionales y también pueden afectar la actitud que las empresas israelíes reciben en el mundo y aumentar los boicots a los israelíes en los campos académico, cultural y deportivo.

La lectura de la decisión de los jueces demuestra que la decisión no es el resultado de un fracaso judicial. Las posibilidades de Israel de convencer a los jueces del tribunal de que no tenían autoridad para discutir la guerra en Gaza eran nulas.

Cuando se ve en qué basaron los jueces su decisión, queda claro que la emisión de las órdenes de arresto es el resultado de un continuo fracaso político del gobierno israelí que comenzó inmediatamente después del 7 de octubre y tal vez incluso antes.

La mayoría de las reclamaciones de los jueces no se refieren a los combates en Gaza y, por lo tanto, no emitieron órdenes de arresto contra el jefe de Estado Mayor Halevi u otros comandantes de las fuerzas de seguridad israelíes. Con la excepción de dos incidentes aislados, el resto del caso contra Netanyahu y Galant se basa, en su mayor parte, en decisiones políticas que tomaron con respecto a la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

Manejar la cuestión de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza fue una omisión de larga data cuando Netanyahu era primer ministro. Pero desde el comienzo de la guerra la falta de cumplimiento no hizo más que intensificarse.

Los llamamientos de los ministros de alto rango del gobierno israelí en los primeros días de la guerra para "cerrar los grifos" en Gaza y detener el suministro de agua y electricidad mostraron una total falta de juicio y visión de futuro a nivel político.

La demora del gobierno israelí en la cuestión de la ayuda humanitaria en los meses siguientes, el sabotaje deliberado de varios ministros del gobierno en los esfuerzos de ayuda humanitaria y la negativa a avanzar en los planes para el día después de la guerra exacerbaron dramáticamente la crisis humanitaria en Gaza.

Los jueces determinaron en su decisión, con un alto grado de justicia, que al gobierno israelí realmente no le importaba la situación humanitaria en Gaza y que cuando tomó medidas para aumentar la ayuda humanitaria, fue resultado de la presión estadounidense.

Netanyahu fue advertido varias veces por el asesor jurídico del gobierno, Gali Beharev-Miara, contra la posibilidad de emitir órdenes de arresto. Esta asesora incluso sugirió a Netanyahu crear un comité estatal de investigación que también incluiría referencias a la sospecha de haber cometido crímenes de guerra, para demostrar que Israel está llevando a cabo su propia investigación independiente. Si se lleva a cabo tal investigación, el Tribunal de La Haya no está autorizado a intervenir.

Netanyahu rechazó estas recomendaciones una y otra vez porque temía que una comisión estatal de investigación fuera independiente y apolítica. Sus consideraciones personales y políticas prevalecieron sobre las consideraciones de seguridad nacional.

Una conducta diferente del nivel político liderado por Netanyahu y Gallant en esta cuestión podría haber aumentado significativamente el crédito de Israel en el mundo, proporcionado más legitimidad internacional a la guerra contra Hamas y posiblemente incluso evitado la emisión de las órdenes de arresto.

El panorama general:

Esta es la primera vez que la Corte Penal Internacional de La Haya (CPI) emite órdenes de arresto contra un aliado cercano de Estados Unidos, así como la primera vez que emite órdenes contra el líder de un país democrático alineado con Occidente.

Una serie de países occidentales, algunos de los cuales son estrechos aliados de Israel, como Holanda y Francia, ya han anunciado que acatarán la decisión del tribunal. Estados Unidos no pertenece a este grupo y no reconoce la jurisdicción del tribunal.

Sin embargo, la decisión del tribunal plantea un desafío importante para la administración Biden en sus últimos dos meses en el cargo y será un tema central para la administración entrante del presidente electo Trump tan pronto como comience su mandato el 20 de enero.

No en vano, el asesor de seguridad nacional designado por Trump, Mike Waltz, anunció que la administración entrante responderá enérgicamente a la decisión de la Corte Penal Internacional de La Haya tan pronto como asuma el cargo.

Pero se espera una respuesta estadounidense incluso antes del 20 de enero. La decisión de emitir órdenes de arresto podría desencadenar una legislación del Congreso estadounidense contra el tribunal de La Haya o impulsar una nueva legislación que impondría sanciones al fiscal y a los jueces. Se espera que cualquier medida de este tipo obtenga el apoyo no sólo de los republicanos sino también de bastantes legisladores demócratas.

¿Qué sigue?

La reacción israelí a la decisión de los jueces del tribunal era de esperar. Netanyahu, altos miembros de su gobierno y altos miembros de la oposición se apresuraron a acusar al tribunal de antisemitismo, hipocresía y antiisraelismo.

Netanyahu incluso añadió que el fiscal del tribunal presionó para que se emitieran las órdenes de arresto sólo para salvarse de una investigación abierta en su contra por sospecha de acoso sexual a una empleada de su oficina.

Las afirmaciones israelíes, incluidas las de Netanyahu, no son del todo infundadas. Hay bastante hipocresía en la decisión del tribunal. Sin embargo, de manera similar a la conducta del gobierno israelí antes de la emisión de las órdenes de arresto, no se espera que el ataque al tribunal después de la emisión de las órdenes resuelva la crisis.

La decisión del tribunal enfatiza aún más la urgente necesidad de formular una estrategia de salida israelí de las guerras en Gaza y el Líbano, que incluirá no sólo un alto el fuego y el regreso de los secuestrados, sino también un plan político que ayudará a restaurar la posición internacional de Israel.

Fuente: Walla, 21-11-2024

Traducción: Daniel Kupervaser

Herzlya – Israel 21-11-2024

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kupervaser.daniel@gmail.com

@KupervaserD

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