YONATAN ENGLENDER: "MASTER JUDÍO"

Paul Auster, fallecido ayer, fue un gran escritor por derecho propio - "uno de los más grandes escritores de los últimos 50 años", como escribe Ronen Tal en su obituario - pero también un eslabón importante en la tradición literaria judío-estadounidense.
Es una tradición gloriosa, construida sobre las maravillosas palabras de Henry Roth, Saul Bellow, Bernard Malmud, Gertrude Stein, Philip Roth, Susan Sontang y muchos, muchos otros.
Auster añadió a esta cadena hermosas perlas como "La trilogía de Nueva York", "La música del azar" y "Mr. Vértigo", en la que un "maestro judío" enseña a volar al héroe.


YONATAN ENGLENDER

A diferencia de muchos de sus predecesores en este grupo, Auster no abordó clara y abiertamente su judaísmo, aunque está presente en algunas de sus obras, a veces sólo de forma implícita. Por otro lado, habló mucho y abiertamente sobre Israel, que visitó varias veces, con el que discutió, con el que se sintió decepcionado, pero al final abrazó apoyarlo como parte de su identidad, tal vez como su deber histórico.

Esta tradición judío-estadounidense tiene sus sucesores, los más destacados de los cuales son Michael Chabon, Nicole Krauss y Jonathan Safran Foyer, pero es imposible no reconocer la creciente presión sobre este triángulo, que tienen sus “lados” judíos-estadounidenses-partidarios de Israel.


La crítica a Israel por parte de los escritores de la generación actual es más aguda que antes, su judaísmo es a veces una carga y el americanismo liberal es la solución.


En la próxima generación, ¿quién sabe qué quedará? Quizás el americanismo, el judaísmo y el apoyo al Estado de Israel sean islas separadas en las que uno deberá elegir en cuál vivir.

El reflejo, como ha expresado muchas veces este periódico desde el 7 de octubre, es hacer clic. Cómo han cambiado estos americanos, pseudoliberales, pseudojudíos. Hay algo de verdad en esto, pero Israel y su izquierda liberal también han cambiado, ¿no es así? Israel, cuyo Ministro de Finanzas habla de "exterminio" como algo natural. La izquierda, cuya gran esperanza ha resultado ser un general, indiferente a la muerte masiva y el hambre en Gaza.


En la entrevista de 2019 con Gili Izikovitz, Auster criticó principalmente a Estados Unidos, que se está volviendo loco, según sus palabras: "Estados Unidos es profundamente racista y tal vez también profundamente loco. Él (Trump) se permitió unirse al conservadurismo radical estadounidense, se llaman a sí mismos conservadores pero en realidad son profascistas".

Sí, hay algo aterrador en un país profundamente racista cuyo líder es un miembro de su derecha más radical que en realidad es profascista. A Auster le resultaba cada vez más difícil ver esperanza para su país.
O mejor dicho, sus países.

Fuente: Haaretz, 1/5/24

Traducción: Shulamit Beigel

Comentarios

  1. Magnífico y duro ánálisis crítico ,de un judaismo no siempre no sionista, pero tampoco ni " anti israelí, y tampoco, como ahora algunos judíos tildan de antisemita".

    Felicitaciones

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