TZVI BAREL: "SOLO OTROS 4
BATALLONES Y VENCEMOS"
Mientras no eliminemos a los cuatro batallones de Hamás en Rafah, la guerra no podrá terminar y no habrá "victoria total". Ésta es la teoría de la guerra y la visión de la victoria que Benjamín Netanyahu diseñó para nosotros. Cuatro batallones y suficiente.
Entonces, supongamos que entramos en Rafah y destruimos los cuatro batallones, incluidos unos 3.000 hombres de Hamas. Hasta ahora, las estadísticas de la guerra han enseñado que Israel mata a habitantes de Gaza en una proporción de 1:2: un terrorista por cada dos civiles "no involucrados". Algunos incluso afirman que se trata de una actitud humana, propia del ejército moral del mundo. Según este cálculo actuarial, se espera que la eliminación de los batallones restantes de Hamas cause la muerte de aproximadamente 6.000 civiles de Gaza, que se sumarán a las aproximadamente 21.000 personas no involucradas que ya han sido asesinadas (de un total de 32.000 muertos). Dado que Rafah es una zona mucho más densa que las anteriores zonas de combate en las que el ejército de Israel operó en la Franja de Gaza, no sería exagerado estimar que el número de víctimas civiles podría llegar a 8.000, y un total de aproximadamente 27.000 civiles (de aproximadamente 40.000 víctimas).
A modo de comparación, según datos de la ONU, desde el comienzo de la guerra en Ucrania hasta febrero de este año, dos años completos de combates, murieron 10.852 civiles ucranianos. Hay que reconocer que estas cifras son imprecisas y su sesgo estadístico es mayor que cualquier cálculo adecuado. Las investigaciones lo permitirían y la distinción entre no implicados y terroristas se confunde hasta el punto de ser imposible, pero explican muy bien el coste de un cuadro de victoria que será el resultado en Rafah.
El numero de muertos resalta lo absurdo, y especialmente la mentira, que acompaña la acalorada negociación sobre el grado de "flexibilidad" que Israel debería ejercer en las negociaciones para la liberación de los secuestrados. Porque, ¿qué valor para la seguridad de Israel tiene el encarcelamiento continuo de esos miles de prisioneros que están destinados a ser utilizados como trueque por los rehenes israelíes, si en una semana de trabajo el ejército de Israel extermina a un número similar de terroristas?
Pero el problema no son las estadísticas de muertes, que no interesan a Israel, sino la compensación que recibirá Israel por las abultadas matanzas. ¿Qué nos quedará después de que destruyamos los cuatro batallones en Rafah? En 2019, Yahya Sinwar dijo que tenía alrededor de 70.000 soldados bajo su mando, en servicio regular y de reserva. Desde entonces su número probablemente ha aumentado mucho, pero incluso basándonos en esta cifra se puede estimar que después de la masacre masiva todavía quedarán entre 40.000 y 50.000 miembros de Hamás en la Franja, y aunque sólo la mitad de ellos se consideren combatientes cualificados y aún poseen armas personales, representarán una amenaza constante para cualquier fuerza militar que quede para administrar Gaza.
Ésta es la traducción realista del término "exterminio de Hamas". Es posible que la organización no pueda operar sus sistemas de gobierno, pero su gente se convertirá en escuadrones terroristas pequeños, eficientes y asesinos. El significado de tal amenaza se puede deducir de lo que está sucediendo en Cisjordania, donde un terrorista con un arma, una niña con unas tijeras o un joven desesperado con cuchillo en mano, son suficientes para sacudir la sensación de seguridad. Y aquí, precisamente en Cisjordania, nadie proclama una "victoria total" sobre el terrorismo, es la realidad la que gana. ¿De dónde viene la vanidad que puede garantizar tal victoria en Gaza, donde el ejército de Israel se convertirá en una fuerza de ocupación y vigilancia y se convertirá en un objetivo disponible e inmediato?
Y lo más importante de todo: ¿la destrucción de los batallones de Hamás en Rafah garantizará el regreso de los rehenes? Más precisamente, ¿quedarán rehenes después de una matanza tan colosal? No sólo hemos sido testigos de las consignas de que sólo una mayor presión militar liberará a los rehenes: entrar en Rafah, el punto álgido de la presión, puede hacer que Sinwar, si sigue con vida, decida que ya no necesita rehenes. Y así cobrará por su pérdida total el precio de una pérdida total a Israel: un pago horrible en las vidas de aquellos a quienes el Estado de Israel acepta sacrificar por cuatro batallones de Hamás.
Tzvi Barel
Periodista de Haaretz
Fuente: Haaretz, 4-3-2024
Traducción: Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel 31-3-2024
https://ojalameequivoque.blogspot.com/
kupervaser.daniel@gmail.com
@KupervaserD
Querría preguntar si durante la escalada sangriante / depreciable / inhumana del nazismo los ciudadanos alemanes que no estaban involucrados en semejante atrocidades eran catalogados también como seres despreciables ?
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