NETANYAHU LE
SERRUCHA EL PISO A ISRAEL EN LA HAYA
Al mejor estilo
israelí, Netanyahu y su gobierno recurrieron a la difamación y descredito de
Sud África y la Corte Internacional de Justicia (CJI) por el hecho que ese país
presente una demanda exigiendo la condena de Israel por intención de llevar a
cabo un genocidio en Gaza, y por el hecho que el alto tribunal no rechazó de
plano la denuncia aceptando continuar el proceso.
Tras la primera
sesión, el CJI rechazó la demanda de Sud África de un alto inmediato de las
operaciones militares de Israel, pero le ordenó a Israel una serie de “medidas
provisionales” que Israel debe tomar para impedir la matanza de más civiles en
Gaza y prevenir actos que ese tribunal los pueda interpretar como genocidio o
intención de genocidio en ese territorio palestino. En este aspecto vale la
pena señalar 3 puntos muy significativos:
1 Ante una catastrófica situación humanitaria con un
grave riesgo de deteriorarse aún más, el CJI exige de Israel garantizar el
abastecimiento continuo y suficiente de ayuda humanitaria a la población civil.
2 Israel debe prevenir y castigar cualquier comentario
público que pueda considerarse incitación a cometer genocidio en Gaza.
3 Israel debe garantizar que su ejército no cometa ningún acto genocida.
PALESTINOS DE
GAZA EN BÚSQUEDA DESESPERADA DE ALIMENTOS
A poco mas de un
mes de su primer veredicto, los jueces del CJI comprendieron que Israel no
cumple claramente con las “medidas provisionales” que el tribunal le fijó. Por
lo tanto, y de forma extraordinaria, ordenaron categórica y explícitamente
nuevas medidas preventivas a Israel. Según el CJI, desde el veredicto anterior,
“las catastróficas condiciones de vida de los palestinos en la Franja de Gaza
se han deteriorado aún más, especialmente a la luz del período prolongado y la
falta generalizada de alimentos y artículos de primera necesidad. Los
palestinos ya no se enfrentan sólo al peligro de morir de hambre, sino que esta
hambruna ya ha comenzado". La nueva orden obliga a Israel a organizar la
entrada urgente de ayuda humanitaria adicional, que incluye agua, electricidad,
combustible, alojamiento, ropa, higiene y saneamiento y equipo médico,
aumentando la capacidad y el número de puntos de cruce terrestres hacia la
Franja de Gaza (“Nuevas medidas de CJI contra Israel”, Ynet, 28-3-24).
Al mismo tiempo
que CJI divulgó las nuevas medidas exigidas a Israel, un detallado y
argumentado informe de Neta Ajituv en Haaretz expone la dramática tragedia que
se está conformando en Gaza. “Hambruna severa, plagas y miles de heridos sin
tratar. Epidemiólogos reconocidos internacionalmente advierten: si la crisis humanitaria
en Gaza continúa, el número de muertos llegará a 100.000 este verano. Si la
crisis empeora, se deberían esperar más de 120.000 víctimas, más que las
causadas por la bomba atómica en Nagasaki”.
Además,
periódicamente se organizan manifestaciones de israelíes en los pasos
terrestres a Gaza, en parte fomentada por sectores extremistas allegadas a
componentes de la coalición gubernamental israelí, con el objetivo de impedir
el ingreso de camiones con ayuda humanitaria a Gaza bajo el pretexto de impedir
que dicha ayuda llegue a manos de Hamas.
El
incumplimiento de las “medidas provisionales” demandas de Israel por CJI
también es parte de la exigencia de prevenir y castigar declaraciones públicas
que puedan considerarse incitación a cometer genocidio en Gaza. Como se
recordará, ante el tribunal en La Haya se presentaron testimonios de manifiestos
de altos funcionarios israelíes que proponían “borrar Gaza del mapa”, “lanzar
una bomba atómica sobre Gaza”, “imponer un bloqueo total sobre Gaza de manera
que la población de Gaza no tenga electricidad, combustible, agua ni comida.
Todo estará bloqueado porque Israel lucha contra animales humanos”. Si bien es
cierto que se redujo considerablemente la cuantía de este tipo de declaraciones
por parte de funcionarios, hasta el momento no se tiene ninguna noticia que el
gobierno de Israel tomara medida alguna o tenga la intención de prevenir y
especialmente castigar este tipo de conducta.
Los informes trascendidos de la última reunión del gabinete de guerra de Israel dan a entender que las decisiones de Netanyahu muy probablemente se conviertan en otro testimonio que agregue peso para inculpar a Israel en promover un genocidio. En esa oportunidad Netanyahu expresó su total oposición a permitir el retorno al norte de Gaza de más de un millón de palestinos que fueron movidos al sur de la Franja ("El jefe del Mossad afirmó que existía la posibilidad de un acuerdo, Netanyahu se opuso", N12, 28-3-24). Según un experto en derecho internacional, Israel muy bien podría ser culpado de cometer el delito de limpieza étnica, si es que no permite el retorno de refugiados palestinos del norte que por la guerra se refugiaron en el sur (“El retorno de población palestina al norte de Gaza: ¿Cuándo y en que condiciones?”, El Foro de Pensamiento Regional, Instituto Van Leer, Jerusalén, 8-2-2024).
Da la impresión
que en Israel todavía no les cayó la ficha que, desde el momento en que dominan
militarmente una región fuera de su territorio soberano, necesariamente cae
bajo su responsabilidad total el cuidado y la supervivencia de la población
civil en todos los aspectos. El empecinamiento de Netanyahu en no programar el orden
civil para el día después de la conquista militar de Gaza le está serruchando
el piso a Israel en La Haya con una posible condena internacional, moral e
histórica de la cual tampoco el judaísmo podrá liberarse.
Como si esto
fuera poco, parece que en Israel se olvidaron que a la vuelta de la esquina lo está
esperando Karim Khan, el fiscal general del Corte Penal Internacional (CPI).
Como se recordará, este alto funcionario visitó Israel a fines de octubre
pasado, y antes de abandonar el país declaró: “Estamos llevando a cabo una
investigación por posibles delitos de guerra como resultado del ataque de Hamas
poblaciones de Israel, y también por los bombardeos en Gaza y por lo que ocurre
en Cisjordania” (Ynet, 29-10-23).
A diferencia de
CJI, que puede acusar únicamente a estados, el CPI puede acusar y dar órdenes
de detención internacional a funcionarios y oficiales del ejército que los
considere culpables de haber ordenado y/o cometido delitos de guerra. Mas allá
del accionar israelí en Gaza, las sanciones lanzadas por USA y Europa contra
civiles judíos por sus ataques a población civil palestina en Cisjordania, sin
que el ejército israelí, como soberano en la región, cumpla su función de
proteger a toda la población de la región, tienen el potencial de convertirse en
un catalizador que promueva acusaciones contra funcionarios y oficiales del
ejército de Israel.
Daniel
Kupervaser
Herzlya – Israel
1-4-2024
https://ojalameequivoque.blogspot.com/
kupervaser.daniel@gmail.com
@KupervaserD
Israel reconoce a la CPI?
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