SE ACABAN LOS AÑOS DE VACAS GORDAS DE ISRAEL Y JUDÍOS EN EE.UU.

Según una nueva encuesta "Gallup" de octubre 2023, el índice de popularidad del presidente estadounidense Joe Biden cayó drásticamente en picada. Esta información no se propagaría fuera de ese país, tal como lo fue, sino por un carácter muy especial. Los analistas tienden a adjudicar esta caída al apoyo de Biden a Israel y a su deseo de ayudar y contribuir a su seguridad durante los combates contra las fuerzas de Hamás de Gaza (“Biden's approval rating among Dems drops 11 points in one month”, Axios, 26-10-23).

Al mismo tiempo, y en paralelo a muchos países del mundo, los campus de universidades estadounidenses, históricamente simpatizantes de Israel, se colmaron de multitudinarias manifestantes en contra de judíos e Israel como consecuencia de su represalia contra Hamas en Gaza (“El conflicto con las universidades de elite de EE.UU. es mayor de lo que parece”, Ynet, 14-11-23).

Si bien estos acontecimientos se presentan como signos negativos hacia Israel, el enraizado modelo de relaciones internacionales de la diplomacia israelí, y prácticamente de todo el liderazgo israelí, pareciera no adjudicarles mayor importancia y no generan gran preocupación. La base de esta tranquilidad se fue consolidando dado el significativo éxito del pasado de esta estrategia de cimentar las relaciones internacionales en base a la satisfacción de intereses de los liderazgos de países sin necesidad de prestar mayor atención a tendencias políticas o ideológicas de distintos sectores de su población.

Este modelo puede arribar a situaciones de crisis bajo dos situaciones: cuando los intereses del liderazgo local entran en conflicto con los israelíes, o cuando posiciones anti israelíes de sectores influyentes de la población logran presionar exitosamente a sus dirigentes.  

Después de casi medio siglo de un continuo e intenso romance entre Israel y EE.UU., da la impresión que en estos tiempos esa relación está llegando a su fin, principalmente, por la propagación en la población de EE.UU. de una profunda aversión hacia Israel, judíos y judaísmo como resultado dos factores fundamentales. En primer lugar, el accionar de Israel frente a palestinos con el apoyo generalizado de las dirigencias judías mas importantes de ese país. En segundo lugar, el significativo aporte de dinero de judíos estadounidenses a campañas electorales de políticos locales, en muchos casos condicionado a apoyo a Israel.


DONACIONES DE INSTITUCION JUDIA A POLITICOS DE EE.UU. CONDICIONADAS A APOYO A ISRAEL

Hoy no se puede afirmar que los acontecimientos descriptos al principio de esta nota son de importancia secundaria, que no vale la pena prestarle atención especial. Están conformando una nueva realidad. En el día de ayer fuimos testigos de dos hechos muy significativos que señalan claramente un nuevo camino en las relaciones de EE.UU. con Israel y los judíos. Ya no se puede hablar que el liderazgo de EE.UU. se desentiende de esa profunda aversión hacia Israel y los judíos que se propaga en su país. La conducta del establishment de EE.UU. comienza a demostrar que las presiones de abajo llegan a ser determinantes.

Ante una prolongada y sospechosa desidia por parte del gobierno de Israel y sus fuerzas del orden, responsables según normas internacionales de la seguridad de toda la población de Cisjordania (palestinos y judíos), en prevenir, investigar y detener culpables de ataques violentos (alguno de ellos catalogados como terror por los mismos comandantes del ejército israelí) por parte de sectores allegados a colonos judíos de la región, el presidente Biden dijo basta. En una decisión dramática y sin precedentes, el gobierno de EE.UU. sancionó en primera instancia a varias decenas de israelíes, vinculados a esos hechos, cancelando o impidiendo el otorgamiento de visas de visita a EE.UU. Según fuentes fidedignas, y emulando el sistema de las fuerzas de seguridad de Israel, también está previsto que sancionen en la misma medida a sus familiares. Si la presión “de abajo” se mantiene en su alto nivel tal como la situación del conflicto lo pronostica, nadie debe sorprenderse que Biden se vea en la necesidad de tomar nuevas medidas de advertencia hacia Israel.

En el día de ayer, en una audiencia del Comité de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes de EE.UU., se hicieron presentes los rectores de las más importantes universidades del país: el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Universidad de Harvard y la Universidad de Pensilvania (Upen) para responder a las crecientes manifestaciones de aversión a judíos e Israel en sus campus. Sorpresivamente, estos altos representantes del establishment estadounidense, se negaron a confirmar que la expresión “llamar al genocidio de los judíos” es intimidación y acoso según los códigos de conducta de esas prestigiosas instituciones (“La repudiable respuesta de autoridades de Harvard, el MIT y la UPenn cuando les preguntaron sobre el genocidio de los judíos”, INFOBAE, 5-12-23). Sorpresivamente, ante la presión de violentas y multitudinarias manifestaciones de estudiantes, estas autoridades comenzaron a tartamudear.


RECTORES DE UNIVERSIDADES DE EE.UU. RESPONDEN AL INTERROGATORIO 

Para todos los que se preocupan del futuro de Israel y reconocen la función crítica que hasta el día de hoy significó el apoyo de EE.UU., seria prudente convencerse que la continuidad del comportamiento israelí y de judíos de EE.UU., tal como se manifestó los últimos años, lo único que nos pronostica no es mas que el final de los años de las vacas gordas en ese país.

Ojalá me equivoque.

Daniel Kupervaser

Herzlya – Israel 6-12-2023

kupervaser.daniel@gmail.com

https://ojalameequivoque.blogspot.com/

@KupervaserD

Comentarios

  1. Lo he leído detenidamente querido Dani lo volveré a , porque es preocupante, espero 🙏 no 🤗

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  2. Coincido con vos,lo cual me envuelve una gran tristeza.

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