DANNY
CITRINOWICZ: “PARALELAMENTE AL OPERATIVO ISRAELÍ EN GAZA, IRÁN AVANZA EN SU
PROGRAMA NUCLEAR”
Mientras la
comunidad internacional se centra en intentos de detener la guerra entre Israel
y Hamás, que cuenta con el respaldo del eje iraní, un problemático informe
publicado por la OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica) antes de
la reunión de su Consejo de Gobernadores indica que la cuestión nuclear iraní
está lejos de ser resuelto. Parece que los países occidentales, encabezados por
Estados Unidos, todavía están intentando encontrar una solución política a la
cuestión. Sin embargo, la creciente tensión entre Teherán y Washington y el
hecho de que Estados Unidos entra en un año de elecciones presidenciales,
reduce drásticamente las posibilidades de un acuerdo político que detendría el
progreso de Irán en el enriquecimiento de uranio.
Recientemente, la atención internacional se ha centrado en evitar un deterioro hacia un enfrentamiento regional debido a la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás y la ayuda que Irán y el "Eje iraní" proporcionan a Hamás como parte de ella. En el contexto de esta preocupación, del 22 al 24 de noviembre se celebró en Viena la reunión anual de la Junta de Gobernadores de OIEA, donde se discutió, entre otras cosas, el informe del organismo, publicado el 15 de noviembre, sobre los avances iraníes en el programa nuclear. Es probable que en los viejos tiempos este informe hubiera acaparado los titulares debido a su gravedad, pero el conflicto entre Israel y Hamás lo puso a un costado. Los medios internacionales, e incluso los israelíes, lo ignoraron por completo, mientras que su gravedad exige, en paralelo al operativo en Gaza, no abandonar la problemática del avance nuclear iraní promoviendo un pensamiento profundo sobre el tema con medios efectivos y realistas de detener su progreso.
El informe
describe negativamente los preocupantes avances de Teherán en su programa
nuclear, incluida la acumulación de material enriquecido al 60 por ciento. En
concreto, se señala que Irán tiene en sus reservas 189,8 kg de material
enriquecido al 60 por ciento, además de aproximadamente 838,9 kg de material
enriquecido al 20 por ciento del total de material enriquecido en Irán, que
actualmente se estima en 4.486,8 kg. Además, el informe afirma que Irán
continúa ampliando sus instalaciones de enriquecimiento, incluida las de Natanz,
donde actualmente hay 15 cascadas de centrifugadoras avanzadas (3 cascadas IR6,
6 cascadas IR4 y otras 6 cascadas IR4 que están previstas para su
funcionamiento). Además, hay preparativos avanzados para la ampliación de esta
instalación, así como de la instalación de enriquecimiento en Fordow. El
informe indica que Irán se niega a avanzar en la implementación de la
declaración conjunta (a partir del 4 de marzo de 2022), se niega a proporcionar
información adicional sobre los "expedientes abiertos" y no está
dispuesta a trabajar con la Agencia en la implementación del Código 3.1
revisado, de una manera que dificulta que la agencia verifique la no desviación
de materiales nucleares.
Un lugar
especial en el informe se da a la cancelación de las visas de los inspectores
superiores de la agencia, debido al entendimiento/suposición de que su ausencia
dañará seriamente la capacidad de la agencia para monitorear el programa
nuclear iraní. Esta medida fue tomada por Irán aparentemente en respuesta a la
prórroga europea del embargo de armas impuesto a Irán tras las críticas
dirigidas contra Irán en la anterior reunión de la Junta de Gobernadores,
celebrada en septiembre pasado. Las acciones de Irán y de la agencia subrayan
que cualquier medida futura adoptada contra Irán en el contexto de su programa
nuclear puede conducir a contramedidas en el campo nuclear por parte de Teherán
(hasta un 90 por ciento de enriquecimiento) de manera que disuada a Occidente
de tomar nuevas medidas contra Irán en este contexto.
Al igual que el
informe anterior, publicado en septiembre de 2023, el actual mantiene una
"atmósfera negativa" en relación con la voluntad de Irán de cooperar
con la agencia, pero a pesar de la negatividad, parece que Estados Unidos y los
países occidentales intentan evitar más deterioro de la relación con Irán, como
lo demuestra su anuncio al final de la reunión, en el que se destacó la
gravedad de las acciones de Irán y también se dijo que Irán no podría evitar
pagar un precio por su conducta si continuaba. Pero en la práctica, este
anuncio careció de cualquier sanción real contra Teherán debido al profundo
temor de una mayor, y tal vez irreversible, escalada en las relaciones con
Teherán.
En los últimos
meses, Estados Unidos e Irán han llegado a una serie de entendimientos, el
principal de los cuales es la voluntad de Irán de detener el enriquecimiento al
60 por ciento, a cambio de recibir los fondos bloqueados de Teherán en todo el
mundo. El hecho de que Irán opte por seguir enriqueciéndo a este nivel, cuando
en ultima instancia el deseo del gobierno de desautorizar los informes e
impedir la transferencia de fondos de los bancos de Qatar a Teherán en el
contexto de la implicación de Irán en la guerra entre Israel y Hamás, indica la
fragilidad de la comprensión en este contexto. Sin embargo, el hecho de que
Teherán haya optado por acumular material enriquecido a un alto nivel (60 por
ciento) desde el acuerdo (unos pocos kilogramos), puede indicar una esperanza
iraní de algún tipo de solución sobre la cuestión nuclear, que permita
importantes alivio económico para la economía iraní, o se conecta con el deseo
general en Teherán de evitar una situación en la que pagará un precio por la guerra
en Gaza, especialmente a la luz de la importante presencia militar
estadounidense en la región.
Hoy parece que
la probabilidad de alcanzar un acuerdo temporal, y mucho menos uno a largo
plazo, entre Estados Unidos e Irán sobre la cuestión nuclear ha disminuido
significativamente. Las grandes tensiones en las relaciones entre los países a
la luz de la implicación iraní en la guerra en Gaza, la orden iraní a las
milicias chiítas en Irak de atacar a las fuerzas estadounidenses - entre otras
cosas como medio para presionar a Israel para que alcance un alto el fuego - y si
la administración entra en un año de elecciones presidenciales, todo esto
probablemente impedirá cualquier posibilidad de tal acuerdo. Además, las
grandes críticas en Washington a la conducta iraní, incluso entre altos
miembros del Congreso, pueden impedir incluso una discusión sobre tal acuerdo.
Además, es
probable que la conducta de Irán en la guerra en Gaza conduzca a otra ola de
sanciones por parte de EE.UU., de manera que incluso exacerbe las relaciones
entre Washington y Teherán. Parece que en este momento el gobierno de EE.UU.
está haciendo grandes esfuerzos para evitar una escalada grave en las
relaciones con Teherán (como lo demuestra la extensión otorgada a Irak en
contextos comerciales con Irán), y aun así, la capacidad de alcanzar algún tipo
de acuerdo con Teherán sobre la cuestión nuclear es significativamente menor.
A la luz de
esto, parece que el progreso iraní en el campo del enriquecimiento continuará
sin interrupción. Irán no tiene ningún interés en detener este progreso
mientras no reciba un alivio económico considerable, y es probable que la
"papa caliente" del programa nuclear iraní espere hasta la próxima
administración en Washington, siempre que Irán no "corra adelante” con su
programa nuclear hasta las elecciones presidenciales de EE.UU.
Al mismo tiempo,
es posible que los acontecimientos de la guerra en Gaza lleven a los dirigentes
de Irán a repensar la cuestión nuclear si esto conduce a un cambio fundamental
en su visión del entorno estratégico y/o en la percepción de las amenazas a
Teherán. Por ahora, parece que Irán no reconoce tal cambio, esto a la luz del
hecho de que Irán goza de inmunidad en relación con la guerra; y debido a la
disminución de la ya baja probabilidad de que Irán perciba que Israel actuará
directamente contra él sin Estados Unidos. Todo esto, junto con el deseo básico
de Irán de evitar acciones que aumentarían la presión económica sobre él u
obligarían a Estados Unidos a actuar cinéticamente contra él, probablemente
conducirán a un progreso medido y continuo en el programa nuclear sin cruzar
fronteras en el contexto militar. Con los cambios en el entorno estratégico,
como la profundización de la presión sobre Irán, ciertamente en el contexto
nuclear, cambios dramáticos en la situación del "eje iraní" después
de la guerra y/o en el patrón de presencia estadounidense en la región, pueden
llevar a repensar esta cuestión, haciendo hincapié en la cuestión del
enriquecimiento de uranio al 90 por ciento.
Efectivamente,
el operativo israelí en Gaza agudiza la necesidad de aumentar la presión sobre
Irán en el contexto regional, haciendo hincapié en un aumento del precio de sus
actividades, pero no hay que olvidar la cuestión nuclear, y es cierto que Occidente
e Israel repensarán una estrategia que conduzca a detener el progreso de Irán
en el proceso de enriquecimiento, además de aumentar la presión en el contexto
regional. Es cierto que el acercamiento de Irán al enriquecimiento al 90%
aparentemente elimina la capacidad de actuar contra el programa, debido al
temor de que una mayor presión sobre él le lleve a cruzar el Rubicón en el
contexto del enriquecimiento a nivel militar, pero es la inacción lo que
permite a Irán profundizar su programa de tal manera que la capacidad de
retroceder se vuelve casi imposible ante cualquier escenario. En general, el
comportamiento de Irán en la guerra de Gaza agudiza el temor de Teherán a una
amenaza externa a su soberanía, por lo que, en cualquier escenario futuro, Irán
necesita entender que "la espina" se cierne sobre él si intenta
cruzar el Rubicón y pasar a las armas nucleares militares. En este sentido, la
presencia militar estadounidense en el Golfo es muy importante. Al mismo
tiempo, la profundidad y amplitud del programa de enriquecimiento de Irán
requiere la comprensión de que realmente no hay posibilidad de retirar el
programa por medio de un "truco mágico" de un tipo u otro, y también
es apropiado considerar beneficios para Teherán si se desea limitar su
programa, a sabiendas que es dudoso una política exclusiva de presión para convencer
a Irán de que retire su plan.
Danny (Dennis) Citrinowicz
es investigador asociado del Programa Irán del Instituto de Estudios de
Seguridad Nacional. Citrinowicz sirvió durante 25 años en diversos puestos de
mando en las principales Unidades de Inteligencia de Israel y sus delegaciones en
la Embajada de Israel en Washington.
Fuente: INSS
Israel, 6-12-23
Traducción:
Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel
9-12-2023
kupervaser.daniel@gmail.com
https://ojalameequivoque.blogspot.com/
@KupervaserD
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