¿QUÉ DECIDIRÁ TRUMP, EL NUEVO SHERIF EN EL BARRIO DE MEDIO ORIENTE?

En la escalerilla del avión oficial israelí que lo llevó a EE.UU., Netanyahu se jactó de ser el primer líder del mundo invitado por Trump a la Casa Blanca. Da la impresión que la prisa de Trump no es el resultado de valorar la personalidad o el aporte de Netanyahu a sus planes, sino mas bien, el temor que los pueda estropear.

Netanyahu arriba a Washington en momentos que se requiere tomar decisiones históricas y críticas en un muy corto plazo. La primera semana en funciones de Trump demostró que actúa a velocidad política supersónica en sus planes y proyectos, con el problema de Medio Oriente ocupando una posición primordial.

NETANYAHU Y TRUMP: ¿JUNTOS O SEPARADOS?

Netanyahu se tendrá que enfrentar con un Trump decidido a conquistar su lugar en la historia como el responsable de la liberación de todos los rehenes israelíes en manos de Hamas, como el adalid de la paz en el mundo incluyendo la normalización oficial de relaciones entre la mayoría de los países de la Liga Árabe con Israel, como el que impidió que Irán desarrollara armas nucleares y como el que proporcionó al mundo una solución a la cuestión palestina en su conjunto. Esto sugiere que la esperada reunión entre Netanyahu y Trump, especialmente en este momento, es de importancia crucial para el futuro de Israel.

En el futuro inmediato, el presidente estadounidense insiste en la obligación de liberar todos los rehenes, lo que necesariamente entra en contradicción con las presiones internas de Netanyahu por parte del ala Smotrich Ben Gvir, que condicionan el sustento del gobierno con el compromiso de cancelar la segunda etapa y reiniciar la guerra.

Pero este no es el principal escollo. Con seguridad Trump debe tener muy claro, como lo es para la gran mayoría de los factores que intervienen en el conflicto, que no se puede progresar en todo proyecto destinado a estabilizar la situación en Gaza hacia una futura solución conjunta del problema palestino sin que se erradique el poder de dominio de Hamas en Gaza.

En sentido práctico hacia la solución de este problema se pueden barajar solamente dos posibilidades: O por medio de una fuerza militar internacional de países árabes bajo el escudo de la Autoridad Nacional Palestina, o una invasión masiva y dominio militar permanente de parte de Israel. Sobre la primera pesa la total oposición de Israel. Sobre la segunda, la segura catástrofe humana dos o tres veces mas grave de la que el mundo fue testigo en Gaza los últimos 15 meses.

Difícilmente Trump pueda seguir aspirando al Premio Nobel de la paz si continua con su disparatado plan de limpieza de palestinos de Gaza, si permite que factores como Ben Gvir y Smotrich lleven de las narices a Netanyahu a continuar la masacre de palestinos en Gaza y los ataques terroristas a palestinos de Cisjordania, o se acopla a Israel en busca de la destrucción del proyecto nuclear iraní por medio de un ataque conjunto.

En pocas palabras, estos son los limites racionales de la cancha donde puede jugar Trump según los objetivos de sus proyectos declarados.

Dos advertencias a Trump antes de finalizar

En primer lugar, Trump debe saber que, al igual que en el caso del aporte nocivo de la dominación de Hamas sobre la población de Gaza, tampoco será posible ningún avance serio hacia una salida pacifica y estable del conflicto entre Israel y los palestinos sin que desmantele definitivamente la nefasta influencia de aquellos sectores extremistas que promueven constantemente la expansión territorial y colonización judía que se enraizaron en la sociedad israelí.

En segundo lugar, Trump no se debe sorprender, en caso que logre concretar sus aspiraciones de recibir el Premio Nobel de la Paz, sin que ese honor le cueste una seria reducción de las millonarias donaciones en dinero de sectores judios de USA a sus campañas electorales o para campañas de senadores y miembros del Congreso de su partido.

Daniel Kupervaser

Herzlya – Israel 3-2-2025

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